zelmira frers
Zelmira is an architect and photographer actively working in both Argentina and abroad. A multidisciplinary creative, she is a partner of Common Dwells who helps document the studio’s projects and process. Living in Buenos Aires, Zelmira splits her time between commercial work and self-initiated projects. A recent achievement includes shooting and narrating the book ‘The Story Behind Recluta’ about her father’s passion and life’s work. (May 2023)
Interviewed by Agustina García del Río
¿Cómo describirías tu infancia, y la manera en que creciste? ¿Qué te llevó a estudiar arquitectura, diseño, fotografía? ¿Te sigue motivando lo mismo?
Nací en Argentina, pero muy poco después nos mudamos a Milán por el trabajo de mi padre como diseñador de barcos. Haber vivido en Milán tuvo una gran influencia en mi percepción de los colores. En esos años que vivimos en Italia, observé colores cálidos, tierras, amarillos, marrones y los plasmé. Esos colores todavía están conmigo, al igual que mi primera experiencia escolar en Italia, la comida y los aromas. Soy muy perceptiva en ese sentido, en esa forma de acercarse a un lugar a través de los recuerdos de las sensaciones que uno tuvo. Cuando regresamos a Argentina, estudié en una escuela francesa e inevitablemente absorbí mucho de esa cultura. Entendí la cultura francesa en algún momento como bastante cartesiana, lógica, con poco espacio para divagaciones. No sé si es bueno o malo, pero sin duda la educación, la cultura, la historia que uno absorbe, condiciona las preguntas que uno termina haciéndose en la vida.
Mi día a día en Argentina estuvo muy marcado por la artesanía. Siempre fui una persona con muchas ganas de hacer cosas, con mucha curiosidad. Si me preguntaban qué quería hacer de grande, repasaba todas las actividades que hacía en ese momento, ballet clásico, pintura, piano... Tenía una amiga, Marina de la Paulera, a la que siempre admiré. mucho por su inteligencia y su gran mundo de la lectura. Se fue a vivir a París, me dijo que iba a estudiar arquitectura y me explicó por qué. Me dijo que en arquitectura uno aprendía un poco de todo, a dibujar, a las estructuras, a su historia, y que había una gran integración de lo que era la ciencia con las artes y con la literatura. Lo encontré fascinante. Ese fue, creo, el primer momento en el que dije que también me gustaría estudiar esto. Tuve mucha suerte de tener experiencias que fueron una gran fuente de inspiración, de observar las cosas, que se convirtió en un estilo de vida… moverme de un lugar a otro para aprender. Sin duda, todo eso está en mi bagaje, en quién soy ahora, en cómo busco hacer las cosas y cómo llegué finalmente a este mundo de la arquitectura y el diseño.
En cuanto a la fotografía, mi cámara siempre fue una gran compañía, una forma de guardar todas aquellas cosas que veía, que me estimulaban y que me daban ideas y recuerdos a la vez. Siempre sentí cierta nostalgia por el paso del tiempo, la fotografía es un intento de preservar lo que siento que tiene valor y que quiero reconocer como efímero. La vida tiene grandes momentos fugaces, algunos más significativos que otros. Hay algunos que estoy particularmente interesado en conservar.
¿Cómo describirías tu casa? ¿Cómo es la forma de vida que soñás?¿Qué rituales son importantes para vos?¿Qué objetos valorás en tu vida diaria?
Pienso que soy bastante romántica en mi forma de vivir o en mi búsqueda del bienestar. Tengo pequeños ideales como que el armario de la ropa blanca sea una cómoda vieja con sábanas planchadas y con olor a colonia de naranjo. Claro que no tengo nada de esto jaja, nunca llego a planchar las sábanas, como mucho las rocío con un poco de perfume con olor a azahar. Es una fantasía que siempre tengo, tener ese espacio, para ropa de cama y frazadas, y cambiarlas según las estaciones del año. Las estaciones del año influyen mucho en mi día a día. Vivo en un departamento que tiene árboles de hoja caduca al frente, generando un gran cambio de luz y color durante todo el año. Eso me lleva a querer cambiar algunos muebles de lugar, el tapizado, o algún color de almohadones.
En términos de ritual, el té es muy importante para mí. Esa pausa de la tarde, en la que tomo una taza de té, me da mucho placer y tranquilidad, es un momento para mí. Colecciono diferentes tipos de hebras de té de todos los lugares del mundo donde viajo. Para que una casa sea un hogar, para mí, tiene que tener una tetera, una mesa y una silla. Estos son los lugares donde suelo pasar más tiempo. Trabajar, dibujar, leer, lo suelo hacer en la mesa. También me gusta la comida y compartirla. Las mesas son versátiles y son grandes elementos en un espacio.
Cuando vengo de la calle es importante para mí quitarme la ropa y los zapatos antes de ir a un ambiente más limpio y tranquilo. También considero importante tener algo en la entrada para poder hacer esta transición cómodamente, que no es mi caso, pero bueno, es lo que idealmente me gustaría tener.
Y luego pensando en ideales, pienso que lo que más me gustaría es poder vivir en una casa en planta baja en el campo donde fácilmente pueda agarrar mi bicicleta, ir a hacer las cosas que tengo que hacer y volver…muy ligera por la vida llegar a mis hierbas aromáticas. Me gusta cocinar y me encantaría que todo esto estuviera a mi alcance para ponerlo en la cocina. La vajilla también es muy importante para mí. Me parece que hay algo en la comida servida sobre un fondo colorido que me inspira y que gran parte de la cocina que hago se relaciona con esto. Si tuviera algo más artesanal, como vajillas en colores sutiles, me generaría una especie de bienestar.
También hay algo sobre los aromas y las velas, me encanta la luz de las velas por la noche. Tengo todas las lámparas de piso o de mesa, pero nunca las de techo porque me gusta que la luz sea cálida, tranquila y que impacte bien en la cara. Eso es algo que también aprendí de la forma de vida de mi familia.
No me gusta el olor a comida, no lo soporto, así que por la mañana tengo que abrir todas las ventanas, me encanta. Eso también es un ritual, abrir las persianas, abrir las cortinas y abrir la ventana y dejar entrar el aire, eso es espectacular. Y por la noche también siento que hay que ventilar un poco antes de ir a dormir.
¿Cómo describirías a un extranjero lo que significa para vos ser argentina? ¿Considerás que haber crecido en Argentina influye en tu forma de diseñar? ¿De qué manera?
Para mí ser argentina no era algo obvio porque durante mucho tiempo no me sentí argentina, me sentí en un limbo extraño donde me sentía muy diferente a los argentinos que veía a mi alrededor. Ser argentino para mí fue finalmente una decisión, adoptar una idiosincrasia. Tuve una educación francesa tan fuerte y una madre que en algún momento sintió lo mismo que yo por haber vivido en tantos lugares… sentirme argentina fue un trabajo consciente.
Lo que me gustó y me convenció fue, por un lado, la familia, el vínculo comunitario entre las personas. Hay lazos muy fuertes de respeto, ayuda y estar ahí el uno para el otro. Aprendí eso y lo encontré muy valioso.
Habiendo vivido en otros lugares, descubrí que no podía soportar las reglas que eran tan estrictas, tan inamovibles. En Argentina tenemos un tipo de derecho que prima sobre el sentido común. La causa es importante y si puedo ayudarte, ¿sabes qué? Eso es más valioso. Entonces tenés la sensación de que podés vencer al no y si te esforzás lo suficiente podés lograr lo que estás buscando. En unos casos es malo porque da privilegios a quien no debería tenerlos y en otros es bueno porque permite a la gente conseguir cosas que de otro modo no se conseguirían, proyectos interesantes que quizás no tendrían eco en otras partes del mundo. Ese tipo de maleabilidad, flexibilidad, consideración, sentido común, tiene su encanto.
What is your background, how did you grow up, what drove you into architecture, design and photography, has that changed?
I was born in Argentina, but very shortly after we moved to Milan for my father's job as a boat designer. Having lived in Milan had a great influence on my perception of colours. In those years that we lived in Italy, I observed warm colors, earths, yellows, browns and I embodied them. Those colors are still with me, as is my first school experience in Italy, the food, and the aromas. I am very perceptive in that sense, in that way of approaching a place through the memories of the sensations one had. When we returned to Argentina, I studied in a French school and inevitably absorbed a lot of that culture. I understood French culture at some point as quite Cartesian, logical, with little room for rambles. I don't know if it's good or bad, but without a doubt the education, the culture, the history that one absorbs, conditions the questions that one ends up asking in life.
My day to day in Argentina was very marked by crafts. I was always a person with a lot of desire to do things, with a lot of curiosity. If they asked me what I wanted to do when I grew up, I went through all the activities I was doing at the time, classical ballet, painting, piano... I had a friend, Marina de la Paulera, whom I always admired a lot for her intelligence and her great world of reading. She went to live in Paris, and told me that she was going to study architecture and explained why. She told me that in architecture one learned a bit of everything – to draw, about the structures, its history, and that there was a great integration of what science was with the arts and with literature. I found it fascinating. That was, I think, the first moment in which I said I would also like to study this. I was very lucky to have experiences that were a great source of inspiration, to observe things, which became a lifestyle… to move from one place to another to learn. Undoubtedly, all this is in my baggage, in who I am now, in how I seek to do things and how I finally ended up in this world of architecture and design.
Regarding photography, my camera was always a great company, a way of keeping all those things that I saw, that stimulated me and that gave me ideas and memories at the same time. I always felt a certain nostalgia for the passage of time, photography is an attempt to preserve what I feel has value and that I want to recognise as ephemeral. Life has great fleeting moments, some more significant than others. There are some that I am particularly interested in keeping.
What is your home like, how do you dream about living, what are some rituals that are valuable to you, what objects matter to you in your daily life?
I think that I am quite romantic in my way of living or in my search for well-being. I have small ideals like the linen closet being an old chest of drawers with ironed sheets and smelling of orange cologne. Of course I don't have any of this haha, I never get to iron the sheets, at most I spray them with a little perfume with an orange blossom scent. It is a fantasy that I always have, to have that space, for bedding and blankets, and change them according to the seasons of the year. The seasons of the year greatly influence my day to day. I live in an apartment that has deciduous trees in front, generating a great change of light and color throughout the year. That leads me to want to change some furniture or upholstery, some colours of cushions.
In terms of ritual, tea is very significant to me. That pause in the afternoon, in which I have a cup of tea, gives me a lot of pleasure and tranquility, it’s a moment for myself. I collect different types of tea strands from all the places in the world where I travel. For a house to be a home, for me, it has to have a kettle, a table and a chair. These are the places where I usually spend the most time. Working, drawing, reading I usually do at the table. I also like food and sharing it. Tables are versatile and are great elements in a space.
When I come in from the street it is important to me to take off the clothes and shoes before going to a cleaner, calmer environment. I also consider it important to have something at the entrance to be able to comfortably make this transition, which is not my case, but hey, it’s what I would ideally like to have.
And then thinking about ideals, I think that what I would like the most is to be able to live in a house on the ground floor in the countryside where I can easily grab my bike, go do the things I have to do and come back… walking very lightly around life and arriving where there are many aromatic herbs. I like to cook and I would love for all of this to be within my reach so that I can put it in the kitchen. Crockery is also very important to me. It seems to me that there is something about food served on a colourful background that inspires me and that much of the cooking that I do relates to this. If I had something more handmade, like tableware in subtle colors, it would generate a type of well-being for me.
There's also something about the scents and candles, I love candlelight at night. I have all floor or table lights, but never ceiling lights because I like the light to be warm, calm, and have a good impact on the face. That is something I also learned from my family's way of life.
I don't like the smell of food, I can't stand it, so in the morning I have to open all the windows because I love it. That's a ritual too, open the blinds, open the curtains and open the window and let the air in, that's spectacular. And at night too, I feel that you have to ventilate a little before going to sleep.
How would you describe what ‘being an Argentinian’ means to you? Do you think this has any impact on your work?
For me, being Argentine was not something obvious because for a long time I did not feel Argentine, I felt in a strange limbo where I felt very different from the Argentines that I saw around me. Being Argentine for me was finally a decision, to adopt an idiosyncrasy. I had such a strong French upbringing and a mother who at some point felt the same way as me for having lived in so many places… feeling Argentine was a conscious job.
What I liked and what convinced me was, on the one hand, the family, the community bond between people. There are very strong ties of respect, help and being there for each other. I learned that and found it very valuable.
Having lived in other places, I found that I couldn't stand the rules that were so strict, so immovable. In Argentina we have a kind of law that prevails over common sense. The cause is important and if I can help you, you know what? That is more valuable. So you have the feeling that you can beat the no and if you push hard enough you can achieve what you're looking for. In some cases it is bad because it gives privileges to those who should not have it and in other things it is good because it allows people to achieve things that otherwise would not be achieved – interesting projects that perhaps would not have an echo in other parts of the world. That kind of malleability, flexibility, consideration, common sense, has its charm.
¿Cuál fue tu experiencia trabajando internacionalmente con nosotras, y a su vez de manera local con Emilia Marino, para fotografiar las alfombras?
Bueno, la pregunta es interesante. Siento que esto apenas comienza. Creo que el hecho de haber pasado por la pandemia fue muy interesante en ese sentido, porque hoy hace que este tipo de trabajo internacional sea quizás incuestionable. Antes hubiera sido algo imposible o muy improbable o muy ambicioso de hacer desde Argentina. Este tipo de colaboración me parece una bocanada de aire fresco, es una oportunidad de estar donde uno quiere estar y al mismo tiempo estar en contacto con otras culturas y con amigos. Es una oportunidad para mantenerse vinculado. Yo no conocía a Emilia Marino, entonces me pareció interesante poder conocer a alguien con afinidades dentro de la misma ciudad, que si no fuera por ustedes no la hubiera conocido. Es una nueva forma de trabajar y realmente me da mucha ilusión esta posibilidad de estar en contacto, recibir directivas diferentes a las mías, porque es como estar de viaje, pero en casa y es una sensación genial.
Desde tu mirada de fotógrafa y arquitecta-diseñadora, ¿qué te pareció único o interesante sobre este proyecto?
Es interesante cuando alguien me da la oportunidad de profundizar en las cosas, cuando los proyectos son oportunidades para relacionar temas, para aprender, para investigar. Lo interesante de ustedes es el enfoque que dan, la precisión que buscan en cada objeto, la historia, el tiempo que le dedican a la narrativa, la transmisión de lo que quieren contar. No es un trabajo ligero y, en ese sentido, tuve una gran oportunidad de sumergirme en algo y explorar. Explorar con una lupa te permite ver muchas cosas que a simple vista pasarían por alto. Y también recopilar experiencias sobre la marcha y resignificar objetos en lugares emblemáticos como la casa de Victoria Ocampo, cómo lo contemporáneo ahora convive con lo que fue antes.
Creo que, por supuesto, las identidades no son algo terminado, es algo en movimiento. Al igual que nuestro país, que aún es más nuevo, tiene más por hacer, pero siempre es interesante ampliar las posibilidades de generar diferentes resultados inesperados. Quizás esto sea muy abstracto, pero creo que tiene que ver con lo que querías lograr y lo que te planteabas. Realmente aprecié ser parte de la búsqueda de esa respuesta, incluso si a veces no estaba clara para mí. Pero bueno, se hace camino al andar.
What was your experience working internationally with us but also very locally with Emilia Mariano when shooting the rugs?
Well, the question is interesting. I feel like this is just beginning. I think that the fact of having gone through the pandemic was very interesting in that sense, because today it makes this type of international work perhaps unquestionable. Before it would have been something very impossible or very unlikely or very ambitious to do from Argentina. This type of collaboration seems like a breath of fresh air to me, it is a chance to be where you want to be and at the same time be in contact with other cultures and with friends. And it's an opportunity to stay connected. I didn't know Emi, so I also found it interesting to be able to meet someone with affinities within the same city, that if it weren't for you I wouldn't have met. It's a new way of working and this possibility of being in contact really gives me a lot of enthusiasm, receiving directives different from mine, because it's like being on a trip, but at home and it's a great feeling.
What do you find unique or interesting about the project as a photographer and architect-designer yourself?
It's interesting when someone gives me the opportunity to go deeper into things, when projects are opportunities to relate topics, to learn, to do research. What is interesting about you is the focus you give, the precision you seek with each object, the story, the time you dedicate to the narrative, the transmission of what you want to tell. It's not light work and in that sense, I had a great opportunity to dive into something and explore. Exploring with a magnifying glass allows you to see many things that the naked eye would pass by. And also collecting experiences on the go and giving new meaning to objects in emblematic places such as Victoria Ocampo's house – how the contemporary now coexists with that which were before.
I think that of course, identities are not a finished thing, it is something in motion. Like our country, which is still newer, has more to do, but it is always interesting to expand the possibilities of generating different unexpected results. Perhaps this is very abstract, but I think it has to do with what you wanted to achieve and what you asked yourself. I really appreciated being a part of the search for that answer, even if it wasn't clear to me at times. But, hey, the path is made by walking.
¿Cómo describirías las alfombras y tus fotos en relación a los sentidos?¿Las alfombras te evocaron algún recuerdo cuando las fotografiaste?
Respecto a las alfombras, hay muchas cosas que se me pasaron por la cabeza a la hora de hacer las fotos, la composición, el reflejo de la luz en la alfombra. Tuvimos la suerte de hacer las fotos tanto en el Fondo Nacional de las Artes, en la Casa Victoria Ocampo, como también en mi casa. Fue muy revelador ver esas alfombras en mi departamento, porque al fin y al cabo la alfombra cumple el rol de vestir, es un gran abrigo, es una gran pintura que tiene un efecto acústico, táctil y visual que transforma el espacio.
Te invita a querer poner objetos uno encima de otro, a juntarlos. El efecto que crea es interesante, por el contraste de colores, y por la particular suavidad de estas alfombras. Creo que lo que me sorprendió fue la calidad. Tiene que ver con algo de antes, cuando las cosas se hacían para durar, para ser fuertes, para ser sólidas. No como ahora, que gran parte de los productos que hay en el mercado se fabrican con el mínimo material necesario, escatimando constantemente en recursos para no gastar más de lo necesario y hacer más negocio. También hay muchas alfombras que hoy en día se tejen a mano, con técnicas milenarias y que generan una economía justa, pero no todas tienen esta expresión tan condensada de lo que es un tejido, un nudo con tanta vida, con tacto, con carácter, con tanta generosidad de material. Creo que eso es lo que me transmitieron sus alfombras Ground and Gather después de tener la oportunidad de compararlas con otras marcas. Me di cuenta, quizás por comparación, que estas alfombras son mucho más generosas, en sus posibilidades, en su finalidad.
Luego, por supuesto, el aroma, el hecho de que viniera casi directamente de las ovejas. Hay algo de animal en esta alfombra que es casi como un recorrido directo, sin tanto intermediario, sin tanto proceso. Por supuesto, el proceso de tejido es complejo, pero parece no tener tanto tratamiento y eso le da esa característica de estar en contacto con el campo, con los animales, con la naturaleza y con la antigüedad de esa tradición en el tejido.
La fotografía es un oficio en donde nuestro sentidos y la luz juegan un rol muy importante. ¿Cuál es tu relación con la luz? ¿Podrías decir que la luz tiene incidencia en la manera en que vivís y trabajas en tu día a día?
La luz para mí es una puerta de entrada a cualquier proyecto. En la escuela teníamos una maestra, Ana Etkin, que hablaba de la luz como materia. Y creo que ese concepto me quedó grabado. Porque tiene razón, porque devuelve profundidad a las cosas, volumen y profundidad. También da un nuevo significado a los espacios y porque marca el paso del tiempo. No es lo mismo un lugar a las 10:00 de la mañana que a las 5:00 de la tarde, o a las 10:00 de la noche. Creo que la luz tiene una gran capacidad para vincularnos con nuestras emociones, con la alegría, con la tristeza, con el bienestar, con la concentración, con el trabajo, con la sorpresa.
Para mí siempre ha sido fascinante observar los efectos de la luz en los espacios. Cuando hice el libro del Recluta, no creo que hubiera hecho ese proyecto si no me hubiera obnubilado la luz que entraba por ese lugar, que también era muy pictórico. Me recordó permanentemente a los cuadros de Rembrandt y Caravaggio, eso fue lo que al final también me ayudó a construir una narrativa.
Creo que la elección del tipo de luz en un espacio en el que hacer una foto es fundamental. Hoy en día las fotos de productos tienden a tener una luz más pareja, porque para entender el objeto se necesita una interpretación más objetiva de la cosa y de la luz. Quizás la luz transversal o lateral, como la que hice para el libro, tiene algo mucho más subjetivo y misterioso por momentos. Estas decisiones son decisiones narrativas, pero la luz es una gran herramienta, y como decía esta profesora es un gran tema a tener en cuenta en cualquier circunstancia, tanto en fotografía como en diseño, como la arquitectura y cómo impacta la luz sobre los materiales y cómo rebotará.
¿A dónde querrías viajar y por qué? ¿Hay tradiciones o cosas relacionadas con lo artesanal de otras culturas que te inspiren; diferencias y similitudes con los lugares donde creciste y dónde vivís ahora?
En Alemania para mi sorpresa se vendieron muchos ejemplares de La historia detrás del Recluta. Eso generó mucha intriga para ese país por cómo ven la artesanía, qué pasa con la artesanía naval, qué vieron en este proyecto, qué les pude haber dicho que les gustaba. Quizá por algunos antepasados, también me gustaría entrar en contacto con esa cultura y ver de qué se trata, porque realmente no sé nada de Alemania. Sé que son conocidos en todo el mundo por su industria, por su precisión, por lo pujantes que son en innovar cosas. Me pregunto en qué quedó su artesanía, todo ese mundo de la elaboración manual y cómo lo combinaron, si lo conjugaron, si lo soltaron o si conviven.
Por otro lado, me interesaría mucho conocer Portugal y los países africanos. De chica tenía una fascinación por Egipto, por los dioses. Había algo sobre el tema de la vida después de la muerte que me resultaba fascinante y conocía todos los nombres. Incluso sabía mi nombre en jeroglíficos. Quería hacer recetas egipcias. Bueno, eso se desvaneció con el tiempo, pero creo que África es un continente bastante desconocido para mí. Solo fui a Kenia y creo que tiene una riqueza enorme que me gustaría conocer y empaparme un poco. El manejo de los colores, la saturación de colores, una cierta frescura que creo que no tenemos en occidente. Ojalá pudiera entender más.
En realidad mis viajes siempre fueron, como buena porteña, siempre mirando hacia el hemisferio norte, hacia Europa o Estados Unidos. Y siempre hay una opinión de que se trata de comparar entre los dos o decidir entre la nostalgia y el nuevo mundo. Mi tiempo en San Francisco fue una experiencia muy reveladora en el sentido de que me obligó a deshacerme de mi mochila de nostalgia. San Francisco tiene algo muy decidido hacia el futuro, hacia el progreso, hacia adelante, lo que me obligó a enfocarme. Ese fue mi gran aprendizaje allí.
How would you describe the rugs and your photos in relation to the senses? Did the rugs evoke any memories when you were photographing and styling them?
Regarding the rugs, there are many things that went through my head when taking the photos, the composition, the reflection of light on the rug. We were lucky enough to take the photos both at the National Endowment for the Arts, at the Victoria Ocampo House, and also at my house. It was very revealing to see those rugs in my apartment, because at the end of the day the rug fulfills the role of clothing, it is a great coat, it is a great painting that has an acoustic, tactile, and visual effect that transforms the space.
It invites you to want to put objects on top of eachother, to gather them. The effect that it creates is interesting, due to the color contrast, and due to the particular softness of these rugs. I think what surprised me was the quality. It has to do with something from before, when things were made to last, to be strong, to be solid. Not like now, when a large part of the products that are available on the market are made with the minimum necessary material, constantly skimping on resources so as not to spend more than necessary and do more business. There are also many rugs that are woven by hand today, with ancient techniques and that generate a fair economy, but not all of them have this very condensed expression of what a fabric is, a knot with so much life, with touch, with character, with so much generosity of material. I think that's what their Ground and Gather rugs conveyed to me after having the opportunity to compare them to other brands. I realised, perhaps by comparison, that these rugs are much more generous, in their possibilities, in their purpose.
Then, of course, the aroma, the fact that it came almost directly from the sheep. There is something animal in this carpet that is almost like a direct route, without so much intermediary, without so much process. Of course, the weaving process is complex, but it seems not to have as much treatment involved and that gives it that characteristic of being in contact with the field, with animals, with nature and with the antiquity of that tradition in weaving.
Photography is a craft where our visual sense and light plays an important role. What is your relationship to light and do you live and work with light in a specific manner in your day-to-day life?
Light for me is a gateway to any project. At school we had a teacher, Ana Etkin, who talked about light as matter. And I think that concept stuck with me. Because he's right, because it gives depth back to things, volume and depth. It also gives new meaning to spaces and because it marks the passage of time. A place is not the same at 10:00 in the morning as it is at 5:00 in the afternoon, or at 10:00 at night. I believe that light has a great capacity to link us with our emotions, with happiness, with sadness, with well-being, with focus, with work, with surprise.
For me it has always been fascinating to observe the effects of light on spaces. When I did the Recluta's book, I don't think I would have done that project if I hadn't been blinded by the light coming through that place, which was also very pictorial. It reminded me permanently of paintings by Rembrandt and Caravaggio – that was what also in the end helped me build a narrative.
I think that the choice of the type of light in a space in which to take a photo is fundamental. Today product photos tend to have a more even light, because in order to understand the object there needs to be a more objective interpretation of the thing and the light. Perhaps transversal or lateral light, like the one I did for the book, has something much more subjective and mysterious at times. These decisions are narrative decisions, but light is a great tool, and as this teacher said it’s a great subject to take into consideration in any circumstance, both in photography and in design, like architecture and how it impacts the light on the materials and how it will bounce.
Where would you want to travel and why? What are some cultural or traditional or crafts-related things from other cultures that inspire you, differences and similarities to where you grew up and live now?
In Germany, to my surprise, many copies of The Story Behind the Recluta were sold. That generated a lot of intrigue for that country because of how they see crafts, what happens with naval crafts, what they saw in this project, what I could have told them that they liked. Perhaps because of some ancestors, I would also like to get in touch with that culture and see what it is about, because I really don't know anything about Germany. I know that they are known throughout the world for their industry, for their precision, for how strong they are in innovating things. I wonder what their craftsmanship ended up in, that whole world of manual elaboration and how they combined it, if they conjugated it, if they released it or if they coexist.
On the other hand, I would be very interested in learning about Portugal and African countries. As a girl I had a fascination with Egypt, with the gods. There was something about the subject of life after death that I found fascinating and I knew all the names. I even knew my name in hieroglyphics. I wanted to make Egyptian recipes. Well, that faded over time, but I think that Africa is quite an unknown continent for me. I only went to Kenya and I think it has enormous wealth that I would like to know and soak up a bit. The handling of colours, the saturation of colours, a certain freshness that I think we don't have in the West. I wish I could understand more.
Actually my trips were always, like a good porteña, always looking towards the northern hemisphere, towards Europe or the United States. And there's always a view that it's about comparing between the two or deciding between nostalgia and the new world. My time in San Francisco was a very revealing experience in the sense that it forced me to shed my backpack of nostalgia. San Francisco has something very determined towards the future, towards progress, forward, which forced me to focus. That was my great learning there.